Si una cosa ha quedado clara tras el nefasto partido del Atlético de Madrid en la noche de hoy es que de los 38 partidos que tiene la Liga 14 los tenía que jugar ante el Barça, 12 contra el Sevilla, 10 ante el Valencia, y los 2 restantes en el Santiago Bernabéu, pues está claro que ante el resto de equipos sale desmotivado. Los de Quique pensaban hoy que habían ido Zaragoza a ver el Pilar y, ya que estaban ahí, echar una pachanga para pasar el rato. Lo malo fue que el Zaragoza no pensaba lo mismo.
Los de Gay salieron con ganas de demostrar que su sitio está mucho más arriba de lo que refleja la clasificación y prueba de ello es que en el minuto 5 ya habían cercado la portería de De Gea. En el minuto 6 Eliseu disparó desde lejos y el de Illescas demostró que lo suyo realmente es el voleibol, pues en vez de atrapar una pelota que iba mansa hacia sus manos la palmeó hacia atrás (y pudo ser peor,porque a punto estuvo de introducirlo en su portería), regalando a los maños un córner. Gabi lo botó y Jarosik remató en el área pequeña, batiendo a De Gea, que ni salió a despejar ni hizo intención de pararla, y eso que la pelota le pasó rozando la oreja... (Y Asenjo viéndolo en el banquillo, madre mía, qué injusto es el fútbol...)
Lo lógico sería que el gol hubiese hecho despertar a los rojiblancos, pero no olvidemos que la lógica y el Atleti nunca se llevaron bien, así que el Zaragoza siguió dominando el partido mientras aquéllos seguían a lo suyo. En el minuto 11 Suazo estuvo a punto de anotar el 2 a 0 en una jugada en la que ridiculizó a la defensa del Atleti, pero le salió un mal disparo que De Gea despejó con apuros. Parece ser que la acción del chileno maravilló a la zaga rojiblanca, pues unos minutos después volvieron a dejarle hacer una jugada similar que Gabi no consiguió culminar.
Hasta el minuto 25 no llegaron los rojiblancos a la portería de Roberto, en parte debido a la dureza empleada por Contoni y Jarosik, que no dudaron en parar a Reyes con falta en cuanto el utrerano tocaba la pelota. Además, el árbitro mostró un particular criterio a la hora de sacar cartulinas que benefició a los blancos.
De Gea volvió a dudar en otra salida y Suazo lo aprovechó, aunque su cabezazo fue directo a las manos del meta rojiblanco. Roberto tuvo que aparecer en un par de jugadas, pero su presencia fue más que nada testimonial. Y se llegó al descanso con Teixeira perdonando la segunda cartulina amarilla a Contoni.
En la segunda parte el Atleti salió un pelín más enchufado que en la primera (tampoco era muy difícil) e intentó no ofrecer una imagen tan lamentable, pero con Forlán, Simão y el Kun desaparecidos era bastante difícil. Quique sentó al uruguayo para dar entrada a Jurado, que entró con más ganas de las mostradas por los tres anteriormente citados, pero aún así el de San Lúcar no podía pegarse sólo contra el mundo. Necesitado de savia nueva Quique sacó a Salvio por Simão, que si bien no aporto mucho sí es cierto que demostró al portugués cómo se debe sacar un córner.
Suazo tuvo un mano a mano en el 65 pero su disparo salió desviado. En el minuto 67 Reyes, harto de recibir patadas sin castigo, se dejó llevar por la situación y dio un manotazo en la cara a Eliseu cuando éste lo estaba agarrando. El utrerano fue expulsado justamente, aunque no debió ser el único que abandonase el partido antes de tiempo. Parecía que el partido iba a terminar con la expulsión, pero el Zaragoza no se decidió a ir a por el partido y dejó con vida al Atleti. Jurado la tuvo tras un centro de Salvio, pero su remate salió por encima de la meta de Roberto (correcto toda la noche). Y cuando los locales se veían con los 3 puntos en el bolsillo, Jurado puso un centro medido al área que cabeceó a gol Ibra (que había salido minutos antes por Assunção), logrando así su segundo gol en Liga y dejando a los maños con cara de tontos. Al principio de temporada al Atleti se le escapaban los partidos en los minutos finales, ahora, para suerte de los de Quique, la situación ha tornado.
Cierto es que el Atleti no mereció puntuar, pero también es cierto que la cobardía del Zaragoza al no irse a matar el partido no merecía recompensa. Aún así tuvo la última Lafita, pero cabeceó alto.
Lo dicho, un punto que visto cómo se dio el partido sabe a gloria a los visitantes y a derrota a los locales.
Los de Gay salieron con ganas de demostrar que su sitio está mucho más arriba de lo que refleja la clasificación y prueba de ello es que en el minuto 5 ya habían cercado la portería de De Gea. En el minuto 6 Eliseu disparó desde lejos y el de Illescas demostró que lo suyo realmente es el voleibol, pues en vez de atrapar una pelota que iba mansa hacia sus manos la palmeó hacia atrás (y pudo ser peor,porque a punto estuvo de introducirlo en su portería), regalando a los maños un córner. Gabi lo botó y Jarosik remató en el área pequeña, batiendo a De Gea, que ni salió a despejar ni hizo intención de pararla, y eso que la pelota le pasó rozando la oreja... (Y Asenjo viéndolo en el banquillo, madre mía, qué injusto es el fútbol...)
Lo lógico sería que el gol hubiese hecho despertar a los rojiblancos, pero no olvidemos que la lógica y el Atleti nunca se llevaron bien, así que el Zaragoza siguió dominando el partido mientras aquéllos seguían a lo suyo. En el minuto 11 Suazo estuvo a punto de anotar el 2 a 0 en una jugada en la que ridiculizó a la defensa del Atleti, pero le salió un mal disparo que De Gea despejó con apuros. Parece ser que la acción del chileno maravilló a la zaga rojiblanca, pues unos minutos después volvieron a dejarle hacer una jugada similar que Gabi no consiguió culminar.
Hasta el minuto 25 no llegaron los rojiblancos a la portería de Roberto, en parte debido a la dureza empleada por Contoni y Jarosik, que no dudaron en parar a Reyes con falta en cuanto el utrerano tocaba la pelota. Además, el árbitro mostró un particular criterio a la hora de sacar cartulinas que benefició a los blancos.
De Gea volvió a dudar en otra salida y Suazo lo aprovechó, aunque su cabezazo fue directo a las manos del meta rojiblanco. Roberto tuvo que aparecer en un par de jugadas, pero su presencia fue más que nada testimonial. Y se llegó al descanso con Teixeira perdonando la segunda cartulina amarilla a Contoni.
En la segunda parte el Atleti salió un pelín más enchufado que en la primera (tampoco era muy difícil) e intentó no ofrecer una imagen tan lamentable, pero con Forlán, Simão y el Kun desaparecidos era bastante difícil. Quique sentó al uruguayo para dar entrada a Jurado, que entró con más ganas de las mostradas por los tres anteriormente citados, pero aún así el de San Lúcar no podía pegarse sólo contra el mundo. Necesitado de savia nueva Quique sacó a Salvio por Simão, que si bien no aporto mucho sí es cierto que demostró al portugués cómo se debe sacar un córner.
Suazo tuvo un mano a mano en el 65 pero su disparo salió desviado. En el minuto 67 Reyes, harto de recibir patadas sin castigo, se dejó llevar por la situación y dio un manotazo en la cara a Eliseu cuando éste lo estaba agarrando. El utrerano fue expulsado justamente, aunque no debió ser el único que abandonase el partido antes de tiempo. Parecía que el partido iba a terminar con la expulsión, pero el Zaragoza no se decidió a ir a por el partido y dejó con vida al Atleti. Jurado la tuvo tras un centro de Salvio, pero su remate salió por encima de la meta de Roberto (correcto toda la noche). Y cuando los locales se veían con los 3 puntos en el bolsillo, Jurado puso un centro medido al área que cabeceó a gol Ibra (que había salido minutos antes por Assunção), logrando así su segundo gol en Liga y dejando a los maños con cara de tontos. Al principio de temporada al Atleti se le escapaban los partidos en los minutos finales, ahora, para suerte de los de Quique, la situación ha tornado.
Cierto es que el Atleti no mereció puntuar, pero también es cierto que la cobardía del Zaragoza al no irse a matar el partido no merecía recompensa. Aún así tuvo la última Lafita, pero cabeceó alto.
Lo dicho, un punto que visto cómo se dio el partido sabe a gloria a los visitantes y a derrota a los locales.
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Al parecer Eliseu reconoció tras el partido que Reyes no lo tocó, por lo que su expulsión fue injusta y esperemos que el Comité de Apelación le quite la cartulina roja.
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