domingo, 30 de enero de 2011

Más nubarrones en el Calderón

La lluvia que esta tarde caía sobre Madrid parecía premonitoria de lo que se le venía encima al conjunto que todavía dirige Quique Sánchez Flores. La gente, a pesar de las condiciones climatológicas, respondió y alrededor de 35.000 valientes acudieron al Vicente Calderón para animar a su equipo, con la esperanza de que los jugadores sacaran amor propio y lograsen una victoria que al menos hiciese ver un pelín de luz entre tanta tormenta. Pero ni por esas. Y eso que el inicio de partido parecía presagiar otra cosa...
Empezó el Atleti dominando, prueba de ello es que Forlán, Reyes y el Kun hicieron a Gorka trabajar un poquito en los primeros compases del encuentro. Aún así el Athletic no se mostraba nervioso y con muy poquito llegaba a las inmediaciones de De Gea, aunque sin mucho peligro. Elías se mostraba muy participativo y movía al equipo a su antojo: que si cambio de banda hacia Reyes por un lado, que si pase en profundidad a Filipe por el otro; vamos, que al menos demostró que sabe mover con criterio la pelota.
Y entre tanto criterio y tanta ocasión fallada por parte de los rojiblancos, el árbitro se inventó un penalti que terminó con la expulsión injusta de Perea. Al menos, el propio Llorente se encargó de tirarlo a la derecha del arco de la meta defendida por De Gea. La tuvo Forlán en un mano a mano con el meta bilbaino, pero el mercenario estaba más pendiente pensando en cómo mandar callar al celebrar el gol que en meterlo, por lo que tiró el balón directamente fuera.
Y como tanto va el cántaro a la fuente que, en la última acción del primer tiempo, Toquero (que se encontraba libre de marca dentro del área) marcó un golazo que ponía a los visitantes por delante.
Tras el descanso Domínguez salió por Elías y el Atleti se vino abajo. Forlán iba andando (al ser cambiado recibió una justísima pitada por parte de la hinchada), Reyes intentaba hacer la guerra por su cuenta, Agüero no estaba fino, la defensa intentaba regatear a los atacantes del Bilbao... vamos, que sólo faltaba que saliera el bombero torero. Pero el que volvió a aparecer fue el Lehendakari Tokero para marcar un auténtico golazo en una jugada digna del actual Barcelona.
Pitos, flautas y gritos hacia la directiva sucedieron al gol del 2, pero lo único cierto es que este equipo ha perdido el rumbo y esto sólo puede ir a peor. El sábado, toca visita al Camp Nou. No estaría mal que se tatuasen con sangre lo que ha dicho en la tarde de hoy un mito rojiblanco como Adelardo en el acto de homenaje hacia los 100 años vistiendo estos colores: "Una camiseta es sólo un trozo de tela, pero cuando lleva las rayas y el escudo es un símbolo que representa el sacrificio, el esfuerzo, el orgullo de ser diferente y la rebeldía ante el poderoso".
Atleti, quién te ha visto y quién te ve...

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