lunes, 18 de octubre de 2010

Sobre la renovación de Perea

El sábado nos encontramos con la renovación de Perea por un año, el cual finalizaba su ligadura con el Atleti a finales de esta temporada, aunque el colombiano contaba con una cláusula de renovación automática en el caso de que el 21 rojiblanco disputará 25 partidos. Analicemos, ahora, la trayectoria del bueno de Perea.
Luis Amaranto Perea empezó sus inicios peloteros profesionales en el Independiente de Medellín, aunque para llegar a la élite futbolística tuvo que compaginar el deporte rey con su trabajo como heladero. Estuvo tres años en la entidad cafetera, firmando posteriormente por Boca Juniors donde pasó un año. Nada más llegar a Argentina, el conjunto bonaerense disputó el Villa de Madrid frente al equipo local. Fernando Torres quedó prendado del marcaje que realizó el colombiano sobre él y recomendó su fichaje, el cual se produjo una temporada más tarde.
Nada más llegar formó una de las mejores duplas de la Liga junto a Pablo Ibáñez, pues frente al poderío aéreo que mostraba el central manchego el colombiano aportaba su velocidad endiablada. Pero tras los filtreos de Pablo con una candidatura a la presidencia del Real Madrid la pareja no volvió a ser la misma. Poco a poco el ex del Albacete fue perdiendo protagonismo mientras Perea demostraba unas carencias con el balón propias de un alevín, lo que provocaban los pitos de la grada.
Con su trabajo, actitud y total entrega sobre el terreno de juego el colombiano se fue ganando otra vez el corazón de la afición. Es cierto que se le sigue achacando su nulidad a la hora de sacar el balón jugado, pero es que ahí quien realmente tiene la culpa no es él, sino que lo son el entrenador y el central de turno, que conocedores de esto permiten que sea el cafetero el encargado de armar el juego desde atrás. Parece que en este inicio de temporada en el que Godín es su nueva pareja de baile ha vuelto a ser ese central expeditivo al corte que en sus inicios enamoró al Calderón mientras el uruguayo es el encargado de sacar el balón desde atrás. Sólo hay que ver las celebraciones de la Europa League y de la Supercopa de Europa para darse cuenta de la implicación que tiene con el equipo, disfrutando como si de un canterano se tratase. Además, sin partidazos como el que se marcó en Anfield ante el Liverpool la consecución de ambos títulos habría sido una utopía.
Como cuenta pendiente tiene la consecución de su primer gol como profesional, aunque si bien es cierto logró batir a Íker Casillas hace cuatro años, pero incomprensiblemente el árbitro anuló el gol a instancias de su linier decretando un fuera de juego inexistente.
Yo no tengo dudas, en mi equipo quiero a once como él. ¡Aguante Perea!

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