domingo, 30 de mayo de 2010

El adios de un Señor

Hoy es un día triste para el balonmano español (y no es porque ni el Ciudad Real ni el Barcelona no hayan sido capaces de ganar la Liga de Europa, que también) sino porque hoy ha sido el último partido disputado por uno de los mejores porteros de todos los tiempos: David Barrufet.
David Barrufet Bofill empezó a jugar en las categorías inferiores del Barcelona hasta que en 1988 (un servidor todavía no había nacido) subió al primer equipo, donde ha permanecido la friolera de 22 años. En los mismos, y con el conjunto blaugrana, ha ganado 12 Ligas, 11 Copas del Rey, 6 copas Asobal, 12 Supercopas de España, 7 Copas de Europa, 2 Recopas, 1 Copa EHF y 5 Supercopas de Europa, casi nada, vamos.
Pero donde realmente el público que no es muy dado a seguir la Asobal ha conocido al cancerbero barcelonés ha sido con la Selección Española (formando dupla con Joseja Hombrados), camiseta que defendió la impresionante cifra de 280 partidos. Por desgracia le quedó la espinita de no poder disputar los Juegos de Atlanta 96, donde no fue convocado, según cuenta David, porque ese año el Barcelona fichó a otro portero y la Federación le instó a marcharse del club porque pensaban que no iba a jugar e iba a frenar su progresión, y ante la negativa del jugador se quedó sin olimpiadas. Su retirada del combinado nacional fue anunciada en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde obtuvo la medalla de bronce. Pero el seleccionador (y ex entrenador del Barcelona) Valero Rivera le pidió expresamente que volviese a enfundarse la roja (amarilla en su caso) en el Mundial de Croacia de 2009 y el meta no pudo negarse a la petición de su amigo.
Con España ganó el Mundial de 2005, una Supercopa de Naciones de Balonmano, un subcampeonato europeo y 2 bronces olímpicos. Además, en 2001 y 2002 fue designado como el mejor portero del Mundo por la Federación Internacional de Balonmano.
Durante toda su carrera lució el dorsal número 16 y vistió de amarillo, según él, porque leyó un estudio que deciá que los lanzadores, cuando están cansados, se fijan en colores brillantes a la hora de disparar a puerta (es más, la única vez que no jugó con pantalones de dicho color se rompió el cruzado).
Pero curiosidades del destino o no, lo cierto es que tras haber conseguido 79 títulos a lo largo de su carrera profesional, en la de su retiro no ha obtenido ninguno y por ello su despedida es un pelín triste. Su último partido fue la final de la Champions disputada esta tarde ante el Kiel en la que tras ir por delante todo el partido, los blaugranas se dejaron remontar en un final "made in Atleti" y los alemanes lograron alzarse con el título.
Hombre fiel a sus colores, rechazó cambiar de aires y ganar más dinero por permanecer durante toda su carrera a la que él consideró su casa. Ahora, a sus 40 años de edad, formará parte de los servicios jurídicos del Fútbol Club Barcelona, pues es licenciado en Derecho.
Mucha suerte y gracias por todo, "Don" David...

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