El Alcorcón es de Segunda

Corría el minuto 93 y todo pintaba negro para el Alcorcón, pues tras irse al descanso perdiendo 0-2, empatar en la segunda parte con goles de Íñigo López (que sorprendentemente la había pifiado en el primer gol del Onteniente en una cesión en la que no se entendió bien con Juanma) y Diego Cascón y fallar un penalti en el 83, se veía otra temporada en el infierno de Segunda "B". Pero entonces apareció el central más contundente, más elegante, el que más huevos tiene, el que debería jugar en el Atlético de Madrid (club de sus amores por otro lado) y no en Segunda "B" (bueno, Segunda a partir de ahora) para cambiar las lágrimas de tristeza de los aficionados amarillos por lágrimas de felicidad. Íñigo López aprovechó un centro de Ernesto para batir con el escudo a Rangel; mejor dicho, más que con el escudo, con el corazón, el corazón que ha puesto en cada partido que ha jugado desde que llegó a Santo Domingo hace ya 4 temporadas.
Muchas gracias a todos por haber conseguido algo que era una utopía hasta la llegada de Anquela, el cual nada más llegar al equipo lo salvó del infierno de tercera y pasados 3 años lo lleva camino del cielo de la Segunda. El jienense ha sabido juntar a un equipo de hombres, no de nombres, de los que ha sacado el 110%. Ahora a mantener plantilla y a fichar a gente con ambición, que seguramente el Alcorcón hará un papel más que digno en la categoría de plata del fútbol español.
En el palco sonreía Esteban Márquez; él sabe la verdad: no es que Anquela y sus chicos se merezcan la Segunda, sino que la Segunda se merece a Anquela y sus chicos. Y allá van.