¡Un Tiburón nos mete en la Final!

Ocurrió donde menos nos lo esperábamos, en una jugada de estrategia. Xavi botó un córner con dirección al punto de penalti donde no había nadie, pero de repente apareció Carles Puyol con una potencia que parecía que venía corriendo desde su Lérida natal para, con un testarazo, poner el balón dentro de las mallas de un correcto Neuer...
Vicente del Bosque sorprendió a todos dejando a Torres en el banquillo en favor de Pedrito, situando a Villa de delantero centro, donde luchó y luchó pero no creó excesivo peligro (aún así, la primera ocasión del encuentro fue suya, pero le ganó la partida el arquero del Schalke). El tinerfeño, por el contrario, estuvo muy enchufado y junto a Iniesta y Xavi fue de lo mejor de una primera parte en la que España no se encontró con demasiados apuros, y los que tuvo los solventó sin problemas Íker, que ayer sí estuvo seguro hasta en los balones aéreos. Que la Roja visiese un partido tan plácido en parte fue gracias a que Joachim Löw renunció al estilo tan alegre (por qué no decirlo, tan español) que había caracterizado a la Nationalmannschaft durante todo el Mundial para volver a ser Alemania, o sea esa selección rocosa pero con creatividad nula. Ozil no conseguía contactar con Klose, pero España tampoco lograba poner en demasiados apuros a Neuer, a excepción de un aviso en plancha de Tiburón Puyol que se fue por encima del arco alemán.
Tras el descanso los nuestros salieron como un ciclón y que el gol llegase era cuestión de tiempo, concretamente de 32 minutos (otra vez el tanto ante los teutones en ese minuto mágico, aunque esta vez de la segunda parte). España pudo incrementar el marcador si Pedrito hubiese pasado a Torres (que salió en los minutos finales para dar descanso al Guaje) cuando estaban ambos delante de Neuer, pero el del Barcelona quiso hacer historia convirtiéndose en el primer jugador en conseguir marcar en siete competiciones diferentes (ya lo ha hecho en Liga, Copa, Champions League, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundialito de Clubes) y se llenó de balón para terminar regalándosela al cancerbero de la Mannschaft. Klose, en la mejor ocasión alemana, pudo batir con una volea a Casillas, pero ésta le salió centradita y sin fuerza. Marchena entró en el descuento para seguir aumentando su record: lleva 54 partidos consecutivos en los que si juega el valencianista España no conoce la derrota.
El domingo hará calor, por lo que habrá que tomarse un zumo de Orange para refrescarse...