El Carranza marcha rumbo a Barcelona

Después de 90 minutos soporíferos y unos penaltis en los que Kiko Casilla se erigió como el héroe blanquiazul tras detener los lanzamientos de Luis Filipe (que por fin debutó con los de Quique y dio una imagen gris, al igual que el resto de futbolistas que saltaron al terreno de juego) y Reyes, el Espanyol logró su segundo troféo, honrando así la memoria de Dani Jarque en el primer aniversario de su muerte.
El partido sólo tuvo emoción durante los primeros cuatro minutos, en los que Diego Costa adelantó al Atleti en un córner botado por Reyes que contó con la mala salida de un Cristian que se fue lesionado minutos después, amén del gol de Callejón tras una mala cesión de Simão. Los únicos que animaron un poquito con su juego a los aficionados que se acercaron al Ramón de Carranza fueron Diego Costa (que sigue liderando la batalla de obesos, demostrando que el que debería salir es Salvio y no él), Reyes (con sus desbordes y sus ganas, aunque se marchó lesionado por una fea entrada de un zaguero espanyolista) y el Kun Agüero (genio y figura hasta la sepultura).
Lo que está claro es que a Quique le queda mucho trabajo por hacer para poner a los suyos a punto...