domingo, 3 de abril de 2011

La doble D consigue los 3 puntos

Lo que son las cosas, el Atleti obtiene los tres puntos en el Reyno de Navarra después de remontar un resultado adverso, con tres goles de Diego Costa (han leído bien, Diego el errante Costa) y una sólida actuación de David de Gea bajo palos. Además, Reyes se permitió el lujo de fallar un penalti que él mismo se había inventado.
Empezó el partido con un dominio de Osasuna en el que Nelson parecía Roberto Carlos, humillando con sus galopadas a un Antonio López que, por mucho que nos duela, no está para jugar en un equipo con aspiraciones reales. En una de éstas, el portugués puso un balón a Soriano, el cual enganchó un gran remate al que De Gea respondió con la agilidad de un gato. Osasuna avisaba a un Atleti que poco a poco se iba agazapando hasta que en otra llegada al área visitante llegó el primero de los rojillos, obra de Kike Sola, que conectó a la escuadra un derechazo de primeras a un buen servicio de Álvaro Cejudo ante el que el meta rojiblanco no pudo hacer nada.
Poco a poco comenzaron los de Quique a levantar cabeza por mediación de Diego Costa, el cual gozó de una ocasión clara de gol en la que se durmió y Sergio le ganó la partida, anticipándose a su remate cuando se disponía el brasileño a fusilar a Ricardo. Inteligente él, en la siguiente que tuvo (merced a un magnífico pase de Juanfran), el atacante colchonero no falló y puso las tablas en el marcador. Uno uno y a la caseta.
Tras el descanso, Soriano volvió a encontrarse con una gran respuesta de De Gea a un magnífico cabezazo. Por su parte también la tuvo Reyes, pero Ricardo (único futbolista activo todavía de la plantilla del doblete), logró sacarla. Fue entonces cuando Diego Costa decidió dar un paso adelante.
Primero aprovechó un buen pase de Raúl García para voltear el resultado y, tres minutos más tarde, se hizo valer de un rechace para firmar su primer hat trick como jugador del Atlético de Madrid. ¡Ha nacido un killer!
Pero bueno, el Atleti, fiel a su historia, siguió sufriendo hasta el final; Reyes se encargó de fallar un penalti inexistente que él mismo había provocado, mientras que Tiago regaló una pena máxima tras sacar su mano absurdamente dentro del área, haciendo más méritos para estar un poquito más cerca de Turín (debe ir ya más o menos por Milán) que Nekounam se encargó de transformar. Pero de ahí no pasó. Los puntos viajaron a Madrid.
Ahora es cuando la doble D debe demostrar si lo de hoy fue fruto de los hados o es que realmente se puede sacar provecho de ellos...

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