domingo, 10 de abril de 2011

Acto de incomparecencia

Eso es lo que ha hecho la Real Sociedad en la tarde de hoy, pues únicamente el genial guardameta chileno, Claudio Bravo, dio la cara y, de no ser por él, la Real se habría llevado un buen saco de goles a San Sebastián.
Finalmente Quique decidió apostar por Diego Costa como pareja de baile del Kun y la jugada le salió redonda, pues además de brega, el brasileño se sacó de la nada una asistencia fabulosa de tacón para que su compatriota Filipe Luis adelantase merecidamente al Atleti en el primer cuarto de hora.
Con el uno cero campando en el luminoso, Bravo se encargaba de que los rojiblancos no hiciesen sangre en el marcador salvando ocasiones claras de Agüero, Reyes, Tiago... vamos, que dada la pasividad de los txuri urdin hasta De Gea podría haber celebrado su partido cincuenta en Primera gozando de una ocasión clara de gol. Al filo del descanso, Mario Suárez se encargaba de sentenciar el partido finalizando una jugada magistral de un Reyes que pide a gritos un sitio en la Selección (mismamente el de "no me soples que me tiro" Jesús Navas).
La segunda parte siguió con la misma tónica que la primera; el Atleti creaba ocasiones de gol que Claudio Bravo se encargaba de salvar de forma inexplicable hasta que por fin el Kun consiguió batirle en una contra.
Mención aparte merece el genial argentino, pues parece estar sufriendo el síndrome de Fernando Torres: dícese del futbolista del Atlético de Madrid que intenta anotar en cada jugada el gol de su vida, conduciendo en demasía y obviando, en ocasiones, las posiciones claras de sus compañeros.
Veintiún puntos por jugar y a nueve de la Champions. Es difícil, pero, ¿y si suena la flauta...?

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