Sergio Asenjo reivindica su sitio

Lo primero de todo, pedir disculpas a los lectores por no haber actualizado tras el encuentro ante el Espanyol, pero al no poder ver el partido por diversos motivos que ahora no vienen al caso, se prefirió no hablar de algo que no habíamos presenciado. Siendo sinceros, el resultado tampoco acompañó a que uno hiciese por ver, siquiera, un mini resumen...
El segundo aspecto a tratar aquí es el personaje que da nombre a este post, que no es otro que Sergio Asenjo. El lector fiel de este blog sabrá que siempre hemos creído ciegamente en el palentino, por ello nos congratulamos (y también sacamos pecho) al ver que el genial guardameta vuelve por sus fueros después de sus dos graves lesiones de rodilla. Hoy tuvo una actuación solvente que propició incluso que el Frente Atleti, ése que tan crítico y cruel fue con él, corease su nombre. Ante los últimos errores de Courtois podría ser el momento de que Manzano (o el que venga) le de una oportunidad de demostrar si realmente ha recuperado el nivel que mostró en Valladolid o si han sido únicamente destellos.
Respecto al partido, Manzano fue el protagonista, pues a lo largo de todo el encuentro se pidió su cese, al igual que la marcha del cáncer del club, que no es otro que la familia Gil.
Por desgracia, el fútbol volvió a brillar por su ausencia, y únicamente Koke al inicio del partido, y Diego después, pusieron algo de brillo. Arda puso la sangre y como dijimos anteriormente, Sergio Asenjo mantuvo al equipo con sus paradas cuando más lo necesitó.
El rival no presentó mayor incomodidad que un larguerazo que pudo poner el cero uno al poco de comenzar el encuentro, pero en cinco minutos la cosa se resolvió; en el 37' Falcao transformaba un penalti cometido sobre Adrián, y cuatro minutos después Domínguez cabeceaba una falta botada por Diego ante la pasividad del guardameta del Rennes.
Tras el descanso Asenjo tomó protagonismo y finalmente Arda traía la tranquilidad al Calderón (es un decir), subiendo el tercero al marcador. Mandjeck hizo el tanto del honor para los franceses.
Mucho frío, poco fútbol y una cosa clara: POR UN ATLETI DIGNO, SE TIENEN QUE MARCHAR.