Partido de curling y tres puntos

Les tocó madrugar esta mañana a los hinchas de Atleti y Rayo para acudir al Vicente Calderón a animar a los suyos; el fútbol se quedó durmiendo. Partido entretenido pero carente de fútbol en el que se llevó el gato al agua el que más calidad tiene arriba.
Salió el Rayo sin ningún complejo buscando la portería de Sergio Asenjo, pero un genial Miranda detenía las acometidas rayistas. El césped, además, no acompañaba, y eran constantes los resbalones de ambos equipos, jugándole uno de éstos una mala pasada a Cobeño, quién regaló el balón a un Koke que no atinó a batir al guardameta visitante.
Poco a poco se fueron estirando los colchoneros, pudiendo Falcao batir a Cobeño al rematar de volea un buen servicio del indultado Reyes, pero el ex madridista respondió con una buena parada. En la siguiente el Atleti no perdonó; el propio colombiano brindó un buen pase en profundidad a Gabi, quien con un detalle de calidad batió de vaselina a Cobeño. Uno cero y golpe a la moral de los vallecanos, que se fueron difuminando poco a poco.
Tras el descanso entró Pizzi por Koke, quien volvió a desaprovechar la oportunidad que le brindó Manzano. Con la entrada del portugués el equipo ganó en profundidad y empezó a atacar con más asiduidad, pero aún así Cobeño se resistía a encajar el segundo. Por su parte, Casado volvía loco una y otra vez a Perea, colgando centros al área colchonera, pero Asenjo demostró valentía y seguridad haciéndose con ellos sin titubear.
Fue entonces cuando Diego llevó la calma a las gradas tras servir en bandeja un buen centro a Falcao para que éste rematase en plancha, subiendo el segundo al luminoso.
Contraatacó Michu con un excelente derechazo, pero Sergio Asenjo realizó la parada de la mañana. Al palentino se le achacó en su anterior etapa en el cuadro colchonero nerviosismo y nula valentía en el juego aéreo; hoy dejó muy buenas sensaciones que deberían ser refrendadas por continuidad para saber si se quedan en eso o son algo más. La Copa será su escaparate.
Gabi fue el encargado de cerrar el partido. Primero le puso un magnífico centro a Salvio para que el argentino hiciese el tercero, mientras que a un minuto del final desvió un centro de Piti para subir el gol de honor al marcador visitante.
Tres puntos más y a pensar ya en el partido ante el Espanyol...