domingo, 18 de diciembre de 2011

Equipo circense

El Atleti tiene dos de los porteros más prometedores de España, pero no obstante prefiere dar cancha a un portero que el año que viene no estará, mientras ningunea el producto patrio. Vivan las milis gratuitas.
El Atleti se gastó este Verano ocho millones en un lateral diestro como la copa de un pino. La única pega es que el pubis de éste es más molesto que una suegra en vacaciones; no pasa nada, en vez de obligarle a que se opere, sigamos permitiendo que juegue un partido sí y cincuenta no. Total, como juega gratis...
El Atleti tiene unos centrales extravagantes. Uno de ellos es canterano y, por tanto, debemos aclamarle aunque jornada sí y jornada también demuestre que su nivel es de regional. Además, tiene la curiosa costumbre de embadurnarse con vaselina los tacos de las botas para asegurar esos resbalones a los que nos tiene acostumbrados en los momentos menos oportunos. El otro central tiene complejo de Óliver Aton cuando ni siquiera llega a Bruce Harper.
El Atleti tiene en el carril izquierdo un pseudofutbolista por el que pagó las mariscadas que Lendoiro se comerá de aquí al 2045.
El Atleti tiene en el centro del campo un tío que se cree Julius Erving, otro que olvidó jugar al fútbol tras llorar en Barcelona y otro canterano que cuando le han dado la oportunidad se ha hecho popó. En definitiva, termina jugando un señor mayor que a pesar de su nula capacidad creativa aporta más él sólo que si el equipo jugase con los otros tres juntos.
El Atleti tiene también un turco que, visto lo que le rodea, ha empezado a echar currículums en los kebaps de Madrid para intentar evitarse esta mal sueño, máxime si tenemos en cuenta que su única pareja de baile competente terminará su ERASMUS en junio de 2012.
El Atleti tiene un delantero que ha costado tropecientos millones y lo único que ha demostrado es que tira los penaltis con maestría. Mientras tanto, un chavalito asturiano que vino por voluntad propia desde Galicia, cada partido demuestra que sin cartel ni representante portugués también se pueden meter muchos goles.
El Atlético de Madrid, desde hace 24 años, se ha convertido en un club de chiste. En 1987 el club madrileño tenía 8 Ligas por 9 del Barça; hoy en día y bajo la nefasta gestión de los Gil, únicamente hemos obtenido un título liguero más y hemos pasado de ser el tercer (casi segundo) equipo de España a ser el hazmerreír del Mundo. Pero mientras sigamos como borregos renovando nuestros abonos y la prensa afín continúe lamiendo el ano a los que robaron el club, el Atleti seguirá muriendo un poco más.
El Atleti tiene un cáncer galopante que todos juntos debemos extirpar. Dense prisa en reaccionar, el enfermo ya está agonizando...

No hay comentarios:

Publicar un comentario