De manos fue la cosa

El partido que acaba de terminar en el Vicente Calderón ha tenido un claro protagonista: las manos. En unas ocasiones fueron del portero visitante, otras veces fueron avistadas por el trencilla de turno y también algunas brillaron por su ausencia. Pero vayamos por partes y analicémoslas una a una, que la ocasión lo merece.
Las primeras manos dignas de mencionar son las del camerunés Kameni. Si no es por él, el Espanyol se marcha hoy a Barcelona con media docena en el saco. Las paró de todos los colores, con la izquierda, con la derecha, en dos tiempos, por abajo... Además, sus pies sintieron envidia y quisieron su minuto de gloria deteniendo magistralmente un disparo de Simão. Para enmarcar, el paradón a quemarropa que le hace a Godín dos segundos antes de que Tiago lo batiera en el tercer intento dentro del mismo córner.
Después tuvieron importancia unas supuestas manos (codos mejor dicho) de Reyes que supusieron el penalti con el que los periquitos abrieron el marcador. Callejón lanza una falta al borde del área y el utrerano pega sus brazos al cuerpo con tan mala suerte que el balón le golpea en uno de sus codos, pero no pasa nada, porque según el reglamento si la pelota golpea a un futbolista en la mano (codo en este caso), pero ésta está pegada al cuerpo no hay acción antirreglamentaria. Pues bien, el colegiado no lo dudó ni un segundo y señaló pena máxima, lo que trajo el cabreo del personal.
Ya inmersos en la segunda parte y con empate a uno en el luminoso, de nuevo volvieron a ser protagonistas dos manos dentro de una misma jugada, aunque en esta ocasión cada una fue de un jugador diferente; en una disputa entre Osvaldo y Perea el argentino se ayuda de su mano para librarse del defensor rojiblanco y al blanquiazul le sale un disparo centrado pero fuertecillo ante el que De Gea pone manos de mantequilla, sirviéndole el balón en bandeja a Verdú para que adelantara nuevamente a los suyos en el marcador.
Y al igual que saltamos ante las salidas de tono de Cristiano Ronaldo, no iba a ser menos con la que ha tenido el Kun Agüero. Casi al final del partido y en una jugada en la que un futbolista del Espanyol estaba tendido sobre el terreno de juego el ex de Independiente se acercó por detrás a Luis García para primero darle una tobita con la mano, y acto seguido darle una patadita en el culo. Seguramente las imágenes llegarán al comité de árbitros y el 10 podría ser sancionado con algún partido por su fea acción.
También podría hablar del lance que protagonizaron Quique Sánchez Flores y el mismo Luis García, pero lo cierto es que a un servidor, después de tanto escribir, se le ha cansado la mano...