This is Atleti

Ochenta y cinco minutos de dominio absoluto con ventaja en el marcador y perdonando ante la portería rival. Dos minutos de desenfreno que te cuestan dos goles. Empate in extremis en el tiempo de descuento. Nada nuevo a orillas del Manzanares. El Atlético de Madrid dice prácticamente adiós a sus opciones de disputar la temporada que viene la Champions (donde sería cabeza de serie) en un partido en el que debió salir de Sevilla goleando.
Como decíamos, el Atleti fue dominador absoluto del partido, visitando las inmediaciones de Fabricio con más asiduidad que un adolescente se mira ante el espejo antes de salir de casa. Lo que pasa es que el adolescente se olvidó de que por mucha gomina que te pongas, lo que importa es saber aprovechar tus oportunidades. Y eso, los de Diego Simeone, no lo hicieron.
Un Gabi incisivo lo intentó con más casta que fortuna al inicio del partido, mientras Roque trató (sin éxito) de inquietar la portería de Courtois. Salvio, Adrián y Falcao también dispararon entre los tres palos, pero se encontraron con un magistral Fabricio.

En la mejor de la primera parte, Falcao y Diego combinaron magistralmente, pero cuando el colombiano se disponía a fusilar al ex meta vallisoletano Adrián decidió convertirse en egoista mandando su volea al fondo de las mallas. Lamentablemente, el asturiano se encontraba en fuera de juego.
Tras el descanso el Atleti siguió siendo dueño y señor del partido, adelantándose por fin en el marcador cuando Koke, quien acababa de entrar por Diego, aprovechó una gran dejada de cabeza de Falcao tras centro de Tiago para batir con tranquilidad a Fabricio.
Pudieron los madrileños aumentar su ventaja en una jugada ensayada, pero Adrián no anduvo fino ante el meta verdiblanco. Falcao gozó de un mano a mano, pero fue derribado por el propio portero, aunque el árbitro no decretó penalti.
Fue entonces cuando Ruben Castro (¿en fuera de juego?)  sirvió un balón para que Pozuelo empatase el marcador. Dos minutos después, Pereira disparo mordido y al centro, pero Courtois se la tragó enterita.
Falcao, en la prolongación, se sacó un testarazo para rescatar un punto que sabe a agua estancada; al Betis, el suyo, le sabe a rebujito...