Falcao ruge en Vallecas

Un solitario gol de Radamel Falcao, tras un pase de Juanfran y una alocada salida de Cobeño, permitió al Atlético de Madrid llevarse los tres puntos de Vallecas. Los de Simeone siguen soñando con alcanzar los puestos Champions, donde hoy duerme el Málaga (que tendrá que jugar ante Valencia y Atleti) a seis puntos de distancia.

Empezó el Rayo demostrando que pese a ser tremendamente inferior a su rival económicamente, no lo es así en cuanto a juego, coraje y corazón. Los de Sandoval cogieron el timón del partido nada más comenzar y, a excepción del minuto veinte al cuarenta, fueron dueños y señores del partido.
No obstante, fueron los visitantes los primeros en ocasionar una ocasión clara de gol, cuando Filipe disparó duro dentro del área obligando a Cobeño a despejar a córner. Posteriormente, Salvio, quién entró en el once por Arda, sirvió un pase (¿o era un tiro?) al segundo palo, pero ahí no esperaba nadie más que el viento.

Contraatacó el Rayo por medio de Tamudo, pero cuando Vallecas veía ya el cabezazo del catalán dentro, Courtois sacó una mano salvadora. Como minutos después hizo Cobeño, repeliendo un cabezazo de Mario Suárez, quien con toda la portería para él se la hechó al cuerpo al meta rayista.
Tras el descanso el Rayo siguió intentándolo, pero en el sesenta y cuatro Juanfran intercepta un balón, sirve a Falcao en el centro del campo, el colombiano deja atrás a Raúl Bravo y ante la salida a la desesperada de Cobeño le dribla, marcando a placer con la zurda desde fuera del área.
Cinco minutos después Cobeño pudo redimirse de su error sacando abajo un gran disparo de Diego desde dentro del área.
Con cero a uno en el marcador y quince minutos para el final Sandoval demostró su valentía quitando a un central (Raúl Bravo) para sacar a un delantero (Pacheco), aunque el bueno de Thibo no tuvo que ensuciarse las manos hasta el pitido final.
Lo dicho, tres puntitos vitales que viajan hacia el Calderón mientras el Rayo, a pesar de la derrota, puede estar orgulloso de su equipo.