lunes, 23 de abril de 2012

La batalla de Lepanto

11:49 horas del Jueves 13 de Marzo del año 2003. Al barbilampiño Arda Turán no parece importarle mucho la clase de historia turca que está teniendo lugar en el aula de 4ºC del Liceo Galatasaray y se dedica a tirarle los tejos a Dilara, la cachonda de su clase. El profesor Recber, harto ya de los cuchicheos de su alumno, decide interrumpirle en pleno cortejo y, para intentar evitar su fracaso escolar, Turán, como castigo, preparará la clase del día siguiente. ¿Resultado? Dilara cae en los brazos de Fathi mientras el bueno de Arda memoriza la Batalla de Lepanto; sí, ésa en la que el ejército otomano cayó ante la Liga Santa, de la que formaba parte el ejército español. Un ejército que, el 11 Atlético no ha olvidado todavía...
Igual esto explica que los tres goles que Arda ha anotado en la Liga hayan sido ante el Espanyol. El primero de ellos apenas tuvo repercusiones ya que los periquitos vencían por tres tantos a uno, pero los dos de hoy (a cada cual más golazo) fueron esenciales para que los de Diego Simeone sigan soñando con alcanzar los puestos Champions, además de hacer bueno el tanto de Cornellá, que otorga el gol average particular a los madrileños.
Salió el Atleti como una moto buscando la portería de Cristian, con un Salvio muy participativo. A los ocho minutos Diego botó un córner que Godín, completamente sólo, cabeceó a gol.
"¡Qué bien! ¡Victoria plácida de mi equipo!" pensarían los menos habituales al Calderón, porque los asiduos sabíamos que lo más normal era que el Espanyol empatara; y así fue. Sergio García se aprovechó de un error defensivo para brindarle un balón a Didac, quien, con un latigazo, igualó la contienda.
Lo que no entraba en los planes de nadie era que una falta pateada por Romaric golpease la cepa del poste derecho de un Courtois que en los últimos partidos ha dado muestras de tener diecinueve años y no cuarenta como aparentaba.
Falcao gozó de una oportunidad para desigualar la contienda antes del descanso, pero tras hacerlo todo bien su disparo con la zurda salió a las manos de Cristian.
Tras el descanso, Godín pudo volver a adelantar a los suyos, pero esta vez su cabezazo se marchó por encima del larguero. Fue entonces cuando nuestro hombre (y junto a Asenjo, mi ojito derecho) dio un paso al frente. Primero mandó a la cazuela con una espectacular tijera un gran centro de Juanfran. Dos minutos después, en el sesenta y uno, sentó a dos rivales dentro del área y, con un poco de fortuna, subió el tercero al marcador.
Con el tres a uno el único que no dio el partido por concluido fue Radamel Falcao, quien buscó de todos los modos posibles su gol. Éste no llegó, pero mejor, que en Valencia hará falta...

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