sábado, 3 de marzo de 2012

Salvio bueno, Salvio malo

Metió un gol Salvio a los ocho minutos tras un magistral centro de Gabi y todos nos vinimos arriba. Salvio, ese hombrecillo que desespera con sus andares hasta al rival, por fin hacía algo bien. Pero no es que hubiera metido el gol, sino que era el más activo de los colchoneros.
El argentino, en los primeros cuarenta y cinco minutos, gozó de tres ocasiones más para aumentar la renta, pero se encontró con el mejor Palop de los últimos tiempos. El guardameta valenciano ha vuelto a disfrutar de minutos con la llegada de Míchel y ha respondido con determinación, siendo clave para que los palanganas hayan vuelto a meterse en la lucha por los puestos europeos.
Como decíamos, los aficionados rojiblancos se frotaban los ojos viendo lo que ellos creían era la explosión definitiva del Toto. Pero ni mucho menos; sólo bastaron los primeros ocho minutos de la segunda parte para demostrar que no, que todos los tontos tienen suerte (eso explicaría que un servidor en un torneo veraniego detuviera seis penaltis), que había hecho cuarenta y cinco minutos buenos pero seguía siendo ese tuercebotas que costó ocho millones (curiosamente su número también es el ocho; espero que no esté otras tantas temporadas en el Atleti...).
En ese fatídico minuto perdió un balón en las inmediaciones del área sevillista que terminó en gol de Babá. Y a raíz de aquí volvió a demostrar las mismas habilidades que posee mi suegra borracha...
Cierto es que con las bajas que presentaba el equipo un empate no es un mal resultado, pero es que en la primera parte pudimos sentenciar, y la última media hora nos hace ser pesimistas, pues pudimos salir derrotados y no se habría sorprendido nadie.
Esta semana, ante Besiktas y Granada, será vital ganar con contundencia...

1 comentario:

  1. Efectivamente, Salvio hizo una gran primera parte y a raíz de ahí volvió a deambular por el campo como lleva haciendo desde el primer momento en que se enfundó la camiseta del Atleti (a excepción del día del Tenerife, en su primera etapa, que marcó dos tantos).
    Cierto es que ayer Adrián pasó sin más pena que gloria por el Pizjuán, pero comparar la temporada del asturiano con la del argentino no sería justo, más que nada, para Salvio.
    Yo confié en él y preferí que se quedara el año pasado antes que Diego Costa, pero lo cierto, al menos según para mí, es que se ha convertido en otro bluff más que nos han colado.

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