Como dijimos en el análisis de la temporada, encontrar un portero que mejore sus paupérrimos números, en los que encajó 64 goles en 48 partidos, no será difícil. Lo malo es que mucha gente había tomado a David como el ídolo de la casa y que por tanto entendía lo que significaba esta camiseta (por ello se han callado sus fallos y se han ensalzado en demasía sus paradas) y esta marcha dolerá no ya por su salida del equipo (al fin y al cabo es entendible, pues le quintuplican el sueldo y pasa a jugar en el subcampeón de Europa), sino por el modo en el que se ha producido su salida.
Siempre que fue preguntado por ello, el rubio dijo que no tenía ninguna noticia del interés del Manchester ni, por supuesto, nada firmado, que era más cercano el regreso de Fernando Torres (con quien algunos han osado compararle) que su marcha, que por qué iba a marcharse si estaba en su casa... aunque el momento más lamentable fue en su última rueda de prensa en el Calderón, cuando le preguntaron que si era cierto que había firmado por el United y él, con la misma carita que ponía un servidor cuando era niño y mi madre me preguntaba si me había cepillado los dientes, mirando al suelo dijo por enésima vez que no sabía nada del United y que ya se vería qué pasaba. Lo último fue ver cómo intentaron ocultar unos operarios del United, con la ayuda de una sábana, su visita a las instalaciones del Manchester...
No critico a De Gea porque se vaya al Manchester, pues es entendible al 100%, sino por no tener los bemoles suficientes de decir a esos que creyeron en él que se iba a ir a final de temporada y que todas sus frases de atlético célebre no eran más que simple palabrería.
Hoy a las 17:00 dará una rueda de prensa en la que se despedirá de la afición que tanto le amó y que él correspondió tan bien... No hace falta que la vean, ya les anticipo que volverá a reírse de ella.
Hasta nunca, David, atléticos y agradecidos como tú no los quiero en mi equipo.
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Don Jorge, conociendo de antemano sus "encontrados" sentimientos con respecto al rubio toledano, permítame exponer mi visión sobre este nuevo episodio de título ya conocido: "Entre todos le empujaron y él solo se marchó".
ResponderEliminarRetrotraigámonos un par de años atrás. Un prometedor De Gea, al que las cosas no han ido demasidado bien en el B todo sea dicho, es invitado a abandonar la nave con destino Numancia, Elche o Puerta Bonita (uséase dónde sea, no se le quería). Se ficha a su admirado Asenjo y se repesca a Roberto, ambos con muchas más posibilidades de rascar minutos. La fortuna, tan esquiva con el aficionado atlético de costumbre, y su valía hacen que él se convierta en santo y seña para la afición y sea elevado al santoral atlético. Pero ni él ni su entorno olvidan el desprecio al que fue sometido en su momento cuando le enseñaron la puerta de atrás. Además, se fija en él un club serio en el que parece que un plan no es una utopía como en el nuestro.
¿Qué haríamos usted y yo en ese caso?
Veredicto: probablemente culpable, pero con todos los atenuantes posibles.
Un abrazo.
Ya sabe usted, don Emilio, que está usted en su casa.
ResponderEliminarRespecto a lo de De Gea, yo no critico que se vaya al Manchester, hoy por hoy 500 escalones por encima de nuestro club, que además de permitirle luchar por títulos le permitirá ponerse un buen jacuzzi alicatado en su casa de Illescas.
Lo que critico son las formas en las que lo ha hecho, dando una patada rastrera a los fans que tanto le apoyaron y sin los que hoy no sería nadie. Si tan claro tenía que el año que viene iba a jugar en Mánchester, ¿Por qué lleva toda la temporada diciendo que si está a gusto en un club, no hay razón para cambiar? ¿O por qué dice que no sabe nada del interés del United para decir hoy en rueda de prensa que la oferta se la han hecho esta semana (algo tan cierto como que si Kun va al Madrid me voy a comprar su camiseta)? ¿O cuando dijo que si el club luchaba por él se iba a quedar? Por no hablar del numerito de la sábana, más propio de una novela ejemplar de Cervantes que de otra cosa.
De pequeño heredé un libro de mi hermano que se titulaba "Los buenos modales", donde mediante pareados se intentaba dar ejemplos de cómo debía actuar una persona a medida que iba creciendo para así no defraudar a nadie y actuar siempre del modo correcto. Imagino que la miopía del rubio le impidió leerlo.
Un abrazo.