martes, 22 de febrero de 2011

Merecidas tablas en Gerland

Tal y como se ha dado el partido, los pupilos de José Mourinho tienen motivos más que suficientes para volver a Madrid con una sonrisa de oreja a oreja, pues visto lo visto en el campo la cosa pudo ser mucho peor.
Empezó el Lyon dominando a los blancos, pero sin llevar peligro real a la portería de Casillas. Gomis, el Chele Delgado y Bastos dejaron en evidencia en los primeros compases de partido a Arbeloa y a un Sergio Ramos que únicamente se valía de las faltas para frenar las acometidas francesas. Cris con una expectacular semivolea, Gomis y Gourcuff, de no habérselo impedido Xabi Alonso, pudieron hacer el primero, pero demostraron tener la misma puntería que una escopeta de feria.
En las pocas ocasiones que el Madrid tenía el balón, el propio Xabi demostraba que no sabía qué hacer con él, Cristiano estaba en plan posturitas (como en el 90% de los partidos serios, oiga) y Adebayor corría detrás del balón cual Forest Gump. El único que parecía estar en el partido era Di María, pero el argentino no era suficiente para doblegar a los franceses.
La más clara para los blancos en la primera parte la tuvo Cristiano en un lanzamiento de una falta lejana que Hugo Lloris despejó sin mucha complicación. El que casi se complica la vida fue Íker Casillas, que al ir a blocar al corazón del área un balón manso, se le escapó y lo dejó muerto, cayendo éste a los pies de Gomis, que cuando lo tenía todo para poner por delante al Lyon, lanzó el balón por encima del travesaño. El Madrid se escapaba vivo.
En el descanso, Mou debió dar cuatro gritos a los suyos, pues abandonaron esa actitud de pasotismo y salieron con decisión hacia la portería de Lloris. El primer aviso lo dio Cristiano en el 47' al botar una falta en un costado del área que se estrelló contra el palo de Lloris; dos minutos después era Ramos el que se encontraba con la madera. Y, tanto va el cántaro a la fuente que el recién salido Benzemá, tras recibir un buen pase dentro del área, logró dejár atrás a sus perseguidores para batir al meta lyonés con suma tranquilidad.
Pero como el fútbol (a veces) es justo, cuando el partido llegaba a su fin, el hoy desafortunado Gomis ponía la igualada en el marcador tras recibir un balón franco al borde del área pequeña.
Ahora la pelota queda en el tejado del Madrid, aunque como bien dijo Sergio Ramos nada más finalizar el partido, al conjunto merengue, en la noche de hoy -"Se le han escapado los tres puntos". ¡Tiembla, Nietzsche!



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