El Madrid es menos insulso

Nuevo derby madrileño y nueva victoria del Real Madrid en un partido insípido que decidió Cristiano Ronaldo con dos genialidades. Con esta victoria, los de José Mourinho siguen a once puntos del Barça y le recortan tres a los colchoneros, situándose, sólo, a cinco puntitos del segundo puesto; con cuatrocientos millones de presupuesto no está nada mal...
El partido estuvo condicionado por la baja de última hora de Filipe Luis, uno de los futbolistas más en forma de los rojiblancos, cuyo lugar ocupó el Cata Díaz, quien buenamente hizo lo que pudo en un sitio que no es el suyo (Nota mental: ¿Cómo narices Caminero dejó marchar gratis a Antonio López sin fichar en su lugar a ningún lateral zurdo de garantías?, pues el chiste mal contado de Cisma no vale ni para jugar ante el División de Honor; recemos para que lo de Filipe no sea nada más que un simple susto).
En los primeros compases de partido el Atleti asomaba tímidamente por las inmediaciones de Casillas, pero tras una mano absurda de Arda Turán (ya podría haber sido él el manco de Lepanto y no Cervantes) llegó el tanto de falta de Cristiano, convirtiendo a Courtois en el único portero que ha encajado dos goles de golpe franco en dos partidos diferentes del mejor lanzador a palos de la liga profesional de fútbol americano. Aquí finalizó el encuentro, pues a pesar de que quedaban setenta y cinco minutos por jugar, los visitantes no volvieron a mostrar señales de vida; el centro del campo era superado en todo momento por los locales, Arda Turán estaba desaparecido, Koke sobrepasado y Diego Costa más centrado en mostrar su vena macarra que en jugar al fútbol. ¿Falcao? Si no le llegan balones al área, el colombiano no es peligroso.
Pero tampoco se equivoquen, que el Madrid no hacía nada del otro mundo, pues le valía con aguantar el balón y esperar a que el rival se abriera para crear una contra con la que cerrar el partido (bienaventurados aquéllos que se han gastado setenta euros en ver semejante bodrio, porque ellos se han ganado el cielo).
Tras el descanso y a pesar de que hubo una timidísima reacción colchonera, los blancos volvieron a dormir el partido, pero con mayor presencia en el área de Courtois, quien vio como Özil se la colaba por debajo de las piernas después de recibir un genial pase de Cristiano. El propio portugués estrellaría el balón en el poste del belga por dos ocasiones antes de que el colegiado señalase el final del partido.
La derrota es dolorosa, pero este equipo debe seguir demostrando que se sabe levantar cuando cae; a por el Depor.