viernes, 23 de noviembre de 2012

Esto no es la NBA

¿Pero qué es eso de jugar en casa como local y no vestir de rojiblanco? No sé si habrá sido cuestión de marketing, porque el rival no había traído otra camiseta que no fuese la blanca con la que han jugado y el árbitro se ha puesto quisquilloso o porque el utillero se equivocó al hacer la maleta y metió la zamarra negra, pero joder, hay que cuidar un poquito la identidad del equipo, ¿no? Igual es que soy un pureta o un cerrado, pero creo que en su feudo el equipo local debe siempre vestir con sus colores. Y más si éstos son rojos y blancos.
¿El partido? Digamos que los valientes (o poco ávidos, según se mire) que acudimos al Calderón nos pasamos ciento cinco minutos deseando escuchar el pitido final, porque madre mía, ¡qué bochorno! Aunque no literalmente, porque los guantes y las bufandas, en noches gélidas como las de hoy, no sobraban.
El Atleti se sabía tan superior a su rival que cuando se adelantó en el marcador por mediación de Raúl García comenzó a sestear. Lo cierto es que los israelitas son una banda, y aunque una goleada hoy no habría sido algo que tuviera mucha repercusión internacional, habría supuesto un voto de confianza para la segunda unidad. Lamentablemente, ésta ha quedado un poco en entredicho, por lo que en Plzen (donde vale el empate para ser primeros de grupo) tendrá una nueva oportunidad de resarcirse.
Otra duda existencial, ¿por qué un futbolista sale a jugar en manga corta pero con guantes? Ésa os la dejo a vosotros...

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