martes, 28 de agosto de 2012

Demasiado Tigre para tan mansos leones

A las diez de la noche salieron al césped del Vicente Calderón once gatitos negros tremendamente asustados. Algunos pensaron que eran por las grandes sombras que provocaban los focos del estadio; otros creyeron que lo que les asustaba era el vociferío de la grada; los más despistados supusieron que era por estar ahí a unas horas tan tardías. Pero no, todos ellos se equivocaban, el causante del miedo no era otro que Radamel Falcao.
El colombiano, que está a un tris de ser nombrado persona non grata por el alcalde de Bilbao, les aguó la temporada pasada el poder sacar la gabarra a pasear tras sus dos magníficos goles en la final de Bucarest, a los que se unían los otros dos que anotó a Gorka en Liga en el templo colchonero. Normal que estuvieran asustados.
El 9 rojiblanco únicamente necesitó veinte minutos en subir el primero al luminoso. Radamel recibió un balón en la parte izquierda del área, engañó sin problemas a San José y, tras vencerse Gorka, le picó el balón por encima. Se abría la lata.
Los madrileños seguían dominando el encuentro, con un inmenso Koke jugando en la mediapunta, y unos notables Cebolla y Arda, que le ponían garra al partido. Por su parte, Courtois era un espectador de lujo del monólogo que estaba protagonizando su equipo.
Tras unas buenas intervenciones de Gorka (uno de los porteros que menos guantes desgasta a lo largo de la temporada...) llegó el segundo de los de Simeone, justo antes del descanso. Tras un despeje de puños del meta navarro, el balón le cayó a Godín, quien en fuera de juego sirvió un centro para que Falcao rematase cual monje del anuncio de Águila Ámstel, llevando la locura a las gradas y la miseria al banquillo visitante.
Tras el descanso, Bielsa probó una defensa de tres que poco cambió para sus intereses, máxime cuando Gurpegui tocó el balón con la mano dentro del área, provocando el hat trick del cafetero.
Tuvo Adrián sus minutos, como los tuvo también Diego Costa, quien dejó muy buenas sensaciones, regalando un gol al propio Adrián que Gorka sacó de forma milagrosa. El que no pudo sacar el arquero fue el genial zurriagazo que cazó al borde del área Tiago, cerrando así el marcador.
Otro cuatro cero para comenzar la temporada en el Calderón (en los últimos cuatro años ya lo recibieron Málaga y Sporting de Gijón) que sube la moral de los colchoneros antes de enfrentarse el Viernes al Chelsea en la final de la Supercopa de Europa.
Esperemos que el Tigre siga rugiendo...


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