La cobardía se paga

Como bien aprendió la jornada pasada Diego Simeone, cuando con 1-0 en el marcador sustituyó a Falcao para dar entrada a Godín, en el fútbol se tiene que luchar hasta el final. Pues bien, Pellegrini no debió enterarse de cuándo y cómo llego el gol de la Real Sociedad, y esta jornada, tras hacer una primera parte perfecta, permitió que sus pupilos echasen abajo todo el trabajo realizado y se volviesen a Málaga con las manos vacías (colegiado mediante).
Como decimos, el Málaga salió a por el partido con un Isco tremendo al que Courtois sacó la primera a los cinco minutos. Los blanquiazules mimaban la pelota mientras el Atleti no parecía enterarse de qué iba la cosa, pero seguían con vida porque Rondón fallaba más que una escopeta de feria. Incluso pudieron ponerse por delante en el marcador si Falcao hubiese atinado a meterla entre los tres palos, con Kameni ya batido, después de una contra perfectamente tirada por Adrián, pero habría sido demasiado bonito.

Aún así, el Calderón no olvida que si todavía hay opciones de disputar la Champions y que el miércoles el equipo se jugará una final en Bucarest es, en mayor parte, gracias a sus goles, por lo que se puso a corear el nombre del colombiano como si no hubiera mañana. 

Fue entonces cuando Eliseu decidió pedirle prestados los aductores a Roberto Carlos para sacarse un zurriagazo desde cuarenta metros que se coló como una bala por la escuadra derecha de Courtois. Un gol que bien vale una Champions. 

Pero no será así, al menos de momento. Tras el descanso, los malacitanos empezaron a mamonear con el tiempo y a olvidarse de que en frente estaba el Atlético de Madrid. Koke igualó la contienda con un derechazo que se coló por debajo del brazo de Kameni y a diez minutos del final, Adrián, tras acción personal, batió con la zurda al metacamerunés, quien fue al suelo demasiado pronto. 
Todavía tuvo el Málaga la ocasión de empatar, pero entre Courtois y el colegiado (anuló un gol por fuera de juego inexistente de Camacho) se encargaron de que los tres puntos se quedasen en Madrid.
Comienza una semana en la que nos van a faltar uñas por morder...